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Alicia Steimberg

Par larouge • Alicia STEIMBERG (v.o) • Mercredi 09/06/2010 • 0 commentaires  • Lu 1513 fois • Version imprimable




 
Cette excellente auteure argentine n'est pas encore traduite en français
Alicia Steimberg nació en Buenos Aires en 1933 y fallecio en esa misma ciudad el 16 de junio de 2012. Buenos Aires, sus lugares más recónditos y sus más renombrados, es una de las constantes de su ficción. La hija mayor de hijos de inmigrantes (de Ucrania y Rumania por los abuelos maternos y de Rusia por parte de los abuelos paternos, pioneros de las colonias judías de Entre Ríos). Steimberg recuerda el haberse criado en un ambiente de estrechez económica, mayormente porque se le murió el padre, maestro de profesión, cuando tenía ocho años y porque luego por una denuncia de que no era Peronista leal, la madre, que era dentista, perdió el trabajo. La inestabilidad económica y psicológica es otro gran tema de sus libros.
   Actualmente Directora de la Sección de Libros de la Secretaría de Cultura, Steimberg es egresada del Instituto de Lenguas Vivas y enseña en talleres de escritura y da clases de inglés. Escribía desde joven pero sólo a los 38 años, a instancia de su segundo marido, publicó Músicos y relojeros.
   La loca 101 (1973) refleja las enormes tensiones políticas y económicas de los setenta y prefigura con una exploración de la violencia de la ficción, la sangrienta y trágica década que seguiría. A pesar de ser las cómicas confesiones de una desesperada ama de casa y escritora, el lamento de la narradora, "¿De qué carajo vamos a reirnos ahora?" subraya la seriedad de este libro y prefigura la dura decisión que hizo la autor en 1976 cuando sus dos hijos adolescentes del primer matrimonio emigraron a Roma ya que empezaban a militar y se temía que desaparecieran.
   Con Cuando digo Magdalena (Premio de Novela Planeta Biblioteca del Sur 1992) Steimberg recurre a los argumentos truncados y los narradores que cambian de identidad tan característicos de su obra en general, salvo que esta vez dentro de la historia de la visita a una aristocrática estancia bonaerense donde sucede un homicidio. Como siempre, Steimberg juega con la arbitrariedad de los códigos sociales y verbales con gran ironía y humor al mismo tiempo que ofrece una amarga visión de la violencia y agresión que yacen en el fondo de la vida argentina y de las relaciones humanas.

fuente: www.literatura.org/Steimberg/Steimberg.html


Mañana, 18 de julio del 2012, Alicia Steimberg hubiera cumplido 79 años

Alicia Steimberg: adiós al humor y la melancolía de una judía porteña

POR GUIDO CARELLI LYNCH

Su libros recuperan la tradición judía y lo autobiográfico. Sus talleres eran famosos.
En Roma. La escritora viajó a Roma, en 2004 para dictar una conferencia. Su hijo le tomó la foto.
 

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Nació en Buenos Aires en 1933 y dedicó toda su vida a la literatura, escribiendo libros, formando colegas en sus talleres, traduciendo o durante su paso por la dirección del Libro de la secretaría de Cultura, entre 1995 y 1997.

En 1971 publicó el primero de sus 14 libros y el más recordado de todos: Músicos y relojeros , finalista de varios premios internacionales. En 1973 escribió La loca 101 y el mismo año ganó el Satiricón de Oro. “Para mí fue el encuentro con un modo de decir muy diferente al que estaba acostumbrado –tenía algo muy extranjero y a la vez muy argentino– con registros del humor coloquial, cierta locura, algo muy revelador, fresco e interesante”, la evocaba ayer Guillermo Martínez. El autor de Crímenes imperceptibles recordaba agradecido los consejos que Steimberg le regaló en sus inicios; no fue el único beneficiado. La rosarina Patricia Suárez –Premio Clarín de Novela– no olvida sus enseñanzas simples pero reveladoras. “Era como una Madre Coraje de la literatura. ´Primero hay que saber escribir bien´, decía. Era una mercera judía de la literatura”, relata Suárez, que una vez le preguntó cómo hizo para escribir su novela erótica Amatista (1989), que le valió una mención en el premio La Sonrisa Vertical, de la editorial Tusquets. Steimberg le enseñó cajones, con cientos de páginas viejas y le reveló un secreto simple, sencillo, genial: “Hay que guardar todo lo que uno escribe, porque un día lo escribís de otra manera”. EnAprender a escribir (2004) enseña algunas claves.

Shua, que escribió con Steimberg Antología del amor apasionado , recuerda que a su amiga le gustaba “irse por las ramas”, la asociación libre. “Por eso era tan original su escritura. No sabía qué vericuetos iba a elegir para contarte lo que te quería contar. Era una escritura de 24 horas sobre 24, todo el tiempo estaba inventando y creando”, dice Shua. Pero no lo aconsejaba. En 2004, en una entrevista con Clarín , dejó una advertencia para los jóvenes autores: “no sean escritores las 24 horas del día. Eso vuelve loco a cualquiera”. Tenía fe en el divague.

También se servía de lo autobiográfico, algo que también aparece enMúsicos y relojeros . Esas eran, de hecho, las profesiones de sus antepasados judíos. El psiconálisis, la tradición judía y el terror se mezclan en sus historias.

Ganó una beca Fullbright en 1983 y el Premio Planeta del Sur (1992), entre otros. Hoy, sus restos serán velados, a partir de las 7 en Córdoba 3677. Quedan sus libros, sus enseñanzas, tres hijos, y un sinnúmero de autores que aprendieron a escribir con ella, en sus talleres o leyéndola.
 

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